Álex Posada, Santander, 1976.
Alex Posada es creador digital, docente e investigador en el campo de la interactividad, el arte digital y los nuevos medios.
Es un artista multidisciplinario que trabaja en la intersección entre arte, ciencia y tecnología a través de la investigación y el desarrollo constante de sus propios sistemas y herramientas.
También se dedica a la docencia en diferentes estudios de educación superior, maestrías y posgrados y ha dirigido varios talleres dedicados al arte y tecnologías interactivas en diferentes países.
Tras finalizar sus estudios de Ingeniería de Telecomunicación en la Universidad de Cantabria, se traslada a Barcelona en 2002, donde se forma en arte multimedia y comienza a trabajar en proyectos de diseño interactivo y arte electrónico.
Pasó un tiempo en Hangar como director del laboratorio interactivo entre 2006 y 2015.
Actualmente dirige MID Studio. Fundado en 2012, es uno de los estudios pioneros en proyectos de arte electrónico en Barcelona en los últimos 10 años.
Sus proyectos han sido exhibidos en los Juegos Olímpicos de Brasil, Phaeno Science Center, Ars Electronica, Kinetica Arte Fair en Londres, Kernel Festival en Milán, Mapping Festival, LEV Festival, Sonar Festival y Art Rock Festival entre otros. El estudio también ha desarrollado proyectos para museos y centros culturales como el Museo Picasso, CCCB o MNAC de Barcelona, Círculo de Bellas Artes de Madrid o Roca Gallery Barcelona.
También es un emprendedor activo y cofundador de algunas start-ups del ámbito tecnológico como Smart Citizen, OvalSound y Broomx Technologies.
Paralelamente, desarrolla proyectos como productor multimedia independiente y colabora con otros artistas y colectivos.
Obra de la colección: “La Partícula v2”
“The Particle v2”, 2022
Es una escultura cinética que experimenta con la luz, el sonido y el movimiento. Formalmente, la pieza es una obra de arte generativo, que abstrae algoritmos y funciones matemáticas que se interpretan y visualizan a través de la luz y el sonido que se modulan en el espacio y cambian continuamente la atmósfera y la percepción del espacio. La piel translúcida creada a partir de la luz en movimiento se vuelve visible, creando forma y volumen respaldados por efectos visuales que definen la estructura espacial del objeto. La forma de luz surge de los movimientos de cada uno de sus 4 anillos, girando a gran velocidad, y el sonido nace de las mismas leyes que rigen estos comportamientos.
El resultado es la creación de estructuras tridimensionales de luz y sonido. Estas formas pueden detenerse, rotar y moverse más rápido o más lento creando hermosos efectos sinestésicos. La técnica utilizada es la percepción del movimiento aparente, es decir, el que se obtiene a partir de la observación de secuencias de imágenes fijas proyectadas sucesivamente. Este efecto visual, también llamado persistencia de la visión (POV), es la capacidad teórica del ojo (o retina) de retener la última imagen que le llega, haciendo que un objeto siga percibiéndose incluso cuando ya no esté físicamente allí.
Siguiendo la evolución del trabajo del artista en el campo de las esculturas cinéticas lumínicas y sonoras, y el trabajo de investigación en el campo de la sinestesia, la luz, la música, las tecnologías libres y la creación de contenidos audiovisuales generativos; Se presenta esta nueva versión evolucionada de un prototipo anterior existente del artista, como es “La Partícula” (2010).
El objeto es al mismo tiempo un espacio de experiencia sensorial y sinestésica, un órgano con resonancia interna propia que no deja indiferente al visitante.